Señor, ¿Qué Quieres de Mi?
1ra Samuel 3, 9
Y dijo Samuel: Habla, Yaveh, que tu siervo escucha.
Señor, ¿Qué Quieres de Mi?
1ra Samuel 3, 9
Y dijo Samuel: Habla, Yaveh, que tu siervo escucha.
1ra Samuel 3, 9
Y dijo Samuel: Habla, Yaveh, que tu siervo escucha.
1ra Samuel 3, 9
Y dijo Samuel: Habla, Yaveh, que tu siervo escucha.
Este curso de discernimiento espiritual nos despierta un interés compartido, ya que todos enfrentamos situaciones en la vida que hacen que tomar decisiones sea desafiante.
Es crucial cuestionarnos sobre nuestras decisiones, nuestras opciones y cómo escuchamos a Dios. La educación de los hijos, el manejo de empleados, cambios laborales, mudanzas, decisiones de estudio, son solo algunas de las áreas donde las decisiones se vuelven cruciales.
A menudo nos sentimos solos, confundidos, sin saber cómo actuar en ciertas situaciones. Queremos aprender a amar, a vivir una vida plena y a contribuir al bienestar de los demás. Pero a veces nos encontramos perdidos entre pensamientos y emociones, sin saber cómo discernir la voz de Dios.
Por eso, buscamos dejar que el Espíritu Santo actúe en nuestras vidas, aprender a reconocer su guía y caminar hacia Dios de la mano de Cristo.
En este curso, nos centraremos en los fundamentos del discernimiento espiritual, aprendiendo a disponernos verdaderamente espiritualmente.
El curso constará de cinco módulos:
En el primero, estableceremos los fundamentos de la vida en el espíritu, explorando la relación entre la vida espiritual y la psicología, así como la antropología para comprender quiénes somos en relación con Dios.
En esta parte hablaremos sobre la vida y la psicología, al preguntarnos ¿qué es la vida espiritual? nos enfrentamos a la percepción de que para muchos resulta difícil integrarla con la vida cotidiana. A menudo se percibe la vida espiritual como algo separado, nebuloso y sobrenatural, alejado de lo natural. Sin embargo, es un error identificarla como algo puramente inmaterial, ya que la vida espiritual también es material.
La vida espiritual se vive aquí en la tierra, gracias a la acción del Espíritu Santo, y es la vida de Dios que podemos experimentar en nuestro día a día. Por ejemplo, una familia compartiendo una comida puede estar viviendo espiritualmente, especialmente si son un matrimonio cristiano, reflejando la gracia sacramental ofrecida por Dios para vivir armoniosamente y irradiar amor.
La comida también puede tener un significado espiritual, como en el caso de los judíos o árabes que siguen ciertas restricciones alimentarias. Además, en la Eucaristía, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, una experiencia espiritual profunda para los creyentes.
El trabajo diario también puede ser espiritual. Recordemos la experiencia en una mina, donde los mineros acudían a una capilla para pedir protección a la Virgen. De manera similar, podemos comenzar nuestra jornada laboral pidiendo la guía y el apoyo de Dios.
Observemos a las personas en la diapositiva: aquellos que van al médico, los que cuidan de sus hijos, los que buscan trabajo. Todas estas actividades cotidianas son espirituales, ya que vivimos en cuerpo, alma y espíritu. Incluso en reuniones de trabajo, la presencia del Espíritu Santo puede hacerse sentir, guiando nuestras interacciones y decisiones.
Es esencial reconocer que la vida espiritual no está separada de nuestra vida diaria; más bien, se manifiesta en cada aspecto de nuestras vidas. En tiempos de desafío, como durante la pandemia, es aún más crucial invocar la presencia de Dios en todas nuestras acciones y decisiones.
En conclusión, la vida espiritual es una parte integral de nuestra existencia, y debemos buscar vivirla plenamente en cada momento, reconociendo la presencia divina en todas nuestras actividades y relaciones.
En el segundo módulo, nos sumergiremos en el arte de purificar el corazón, explorando el discernimiento en los evangelios, la influencia de nuestra estructura humana en el discernimiento y el combate de los pensamientos según los autores espirituales.
El tercer módulo abordará el discernimiento en la vida cotidiana, especialmente en momentos de crisis y dolor, examinando cómo influyen nuestras actividades y sentimientos en nuestro proceso de discernimiento. También consideraremos la ayuda espiritual que podemos buscar en otros.
El cuarto módulo se centrará en el discernimiento de espíritus según Ignacio de Loyola, explorando las fases de la vida espiritual y cómo aplicar el discernimiento en la vida diaria.
Finalmente, en el quinto módulo, sintetizaremos los principios generales del discernimiento y exploraremos su dimensión comunitaria y eclesial, reconociendo que hay decisiones que deben tomarse en comunidad.
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